AREÁ: RELIGIÓN
PROF: ALFREDPO POVIS ANSELMO
GRADO: TERCERO DE SEC.
LA CARIDAD
LA CAJA DORADA
A
menudo aprendemos mucho de nuestros hijos.
Hace algún tiempo, un amigo mío regañó a su hija de tres años por gastar
un rollo de papel de envolver de color dorado.
No andaba muy bien de dinero y se enfureció cuando la niña trató de
decorar una caja para ponerla bajo el árbol de Navidad. A pesar de ello, la pequeña llevó el regalo a
su padre a la mañana siguiente, y dijo: “Esto es para ti papá”.
Él
estaba turbado por su excesiva reacción anterior, pero se molestó de nuevo
cuando vio que la caja estaba vacía.
“¿No sabes que cuando le das a alguien un regalo se supones que debe
haber algo adentro?” – le dijo:
La pequeña lo miró con lágrimas en los ojos y dijo: “Oh, papá, no está vacía. He echado besos en la caja. Todos para ti, papá.”
El
padre estaba hecho polvo. Rodeó con sus
brazos a su pequeña y le pidió perdón.
Mi amigo me dijo que conservó la caja dorada junto a su cama durante
años. Siempre que estaba descorazonado,
sacaba un beso imaginario y recordaba el amor de la niña que los había puesto
allí (Lc. 21,4).
v
¿Qué regalo le
dio la niña a su padre, por qué?
v
¿Qué aprendió el
Padre?
v
¿Qué nos dice San
Lucas?
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